arraigados a un cielo inexistente.
El acorde del cielo
suena en mi bemol.
¡Cuánta sinfonía
en las olas del tiempo!
indescifrables para la humanidad.
Trompetas de dinosaurios
quieren doblegar al mundo.
Pero cada célula entiende
de frecuencias, de armonía y vibración…
De alquimia nocturna.

Imagen tomada de Internet.
Sobreviviente
ResponderBorrarTiembla su propio frío
en tanto se congelan sus palabras.
Se vuelve nieve
hasta ser un alud
que se desprende
arrasando los rostros
sin dudas ni paisajes.
Un poquito de luz
sólo un poquito.
Tal vez el último aleteo del sol
o el suspiro mortal
de las estrellas.
Anónimo
no distingue la estela de su sombra.
Y se quiebra en dos
por no estar solo.
OLR