viernes, 10 de julio de 2020

El ego
inundó sus tobillos...

calcinó sus pestañas,
dejando sus costados
¡Mudos!

No supo maniobrar
el ataque,
de su propia...
¡Monstruosidad!

Se hizo carne
en sus labios...

Sumergido
en sus oscuros
acantilados...

murió de tristeza
¡Y soledad!

           Imagen tomada de Internet



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