en un sin fin de juegos rotos.
Anestesiada ira de las noches,
el fuego no envenena
mis sonrisas.
El cobre de la luna
duerme entre abanicos doloridos
el derrame de las estrellas
aguarda su momento.
✨🌌
Hubo tiempos de alegrías.
Donde el ¡Gracias!,
¡Por favor!…
eran moneda corriente.
La gente silbaba por las calles
porque disfrutaba la vida.
Los saludos,
eran sentimiento de vecindad
y nos hacían grande.
El florecimiento de la primavera
se reflejaba en los ojos
de los Argentinos.
Tiempos dorados aquellos…
tiempos de facturas, mate y asados.
Tiempos de costanera
de un “Boca y River”
anclados en la tv de un domingo.
Pileta, carnaval
y las ¡Bombuchas!
Tiempos lejanos aquellos…
que quedan grabados
en el sentimiento de la gente.